LA NOVELA.
En la novela también los escritores van abandonando el realismo social y aunque no falte la intención crítica, los esfuerzos se centran ahora en la renovación formal y en la experimentación técnica y lingüística.
- El argumento pierde importancia y la acción es mínima.
- Los protagonistas ya no son seres definidos de los que conocemos.
- El espacio se reduce y comprime e, incluso, desaparece a veces como espacio físico.
- El tiempo novelesco experimenta asimismo profundos cambios.
- La estructura de estas novelas está muchas veces pensada para crear la sensación de laberinto que el lector ha de recorrer. Es frecuente que queda abierta, dejando a la imaginación del lector la posible conclusión del argumento.
- Estos relatos acaban por convertirse en metaliteratura, al tener a la propia literatura como el tema esencial del texto.
- La renovación lingüística en unos casos en el léxico rebuscado y la sintaxis compleja, en otros la frase breve y lenguaje coloquial.
- Los recursos técnicos empleados son muy variados: hay novelas que dificultan la lectura suprimiendo todo signo de puntuación; se eliminan las partes y capítulos.
LOS NOVELISTAS ESPAÑOLES MÁS DESTACADOS DE LOS AÑOS SESENTA SON LOS SIGUIENTES:
-Luis Martín-Santos: publico en 1962 Tiempo de silencio.
- Juan Marsé: Últimas tardes con Teresa (1966).
- Juan Benet: Volverás a Región (1967).
- Juan Goytisolo: Señas de identidad (1966).
- Luis Goytisolo: Antagonía (Recuento, Los verdes de mayo hasta el mar, La cólera de Aquiles y Teoría del conocimiento).
LA NARRATIVA.
El rasgo más notables de las novelas y relatos de esta época es la recuperación de la trama argumental, el interés por contar una historia.
DATOS DE ALGUNOS DE LOS MUCHÍSIMOS NARRADORES DE ESTA ÉPOCA:
- Julio Llamazares:
- Luna de lobos.
- La lluvia amarilla.
- Escenas del cine mudo.
- Javier Marías:
- Todas las almas.
- Corazón tan blanco.
- Mañana en la batalla piensa en mí.
- Negra espalda del tiempo.
- Tu rostro mañana.
- Eduardo Merendona:
- El misterio de la cripta embrujada.
- El laberinto de las aceitunas.
- La ciudad de los prodigios.
- La aventura del tocador de señoras.
- José María Molina:
- Novelas de Andrés Choz.
- El caldero de oro.
- La orilla.
- Sefarad.
- Javier Tomeo:
- El castillo de la carta cifrada.
- Amado monstruo.
- El cazador de leones.
- El cantante de boleros.
LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX.
LA PRIMERA MITAD DE SIGLO.
En Hispanoamérica, la prosa modernista se manifiesta sobre todo en el género del cuento (el mismo Rubén Darío fue autor de valiosos cuentos de tema fantástico). Los escritores de cuentos de estilo modernista más conocidos son el argentino Leopoldo Lugones y el uruguayo Horacio Quiroga. Tanto el uno como el otro muestran en sus relatos el paso del decadentismo cosmopolita del Modernismo al interés por lo propiamente americano.
La salida del Modernismo en la narrativa hispanoamericana se produce, pues, de modo paulatino dando lugar a lo que se suele llamar novela de la tierra.
Las tres grandes novelas de la tierra son:
- La vorágine, del colombiano José Eustasio Rivera.
- Don Segundo Sombra, del argentino Ricardo Güiraldes.
- Doña Bárbara, del venezolano Rómulo Gallegos.
Por otro lado, las consecuencia sociales que suceden en América Latina en los años diez y veinte tiene también como consecuencia el abandono de la prosa de temas fantásticos o imaginarios para ceder a su lugar a una narrativa de carácter social que, o bien se centra en los avatares históricos concretos, caso de la novela de la Revolución mexicana (Los de abajo, de Mariano Azuela; El águila y la serpiente y La sombra del caudillo, de Martín Luis Guzmán), o bien, en la llamada novela indigenista, denuncia la situación de imanación de los indios en la sociedad criolla poscolonial (Huasipungo, del ecuatoriano Jorge Icaza; El mundo es ancho y ajeno, del peruano Ciro Alegría).
LA RENOVACIÓN NARRATIVA DE MEDIADOS DE SIGLO.
A partir de los años cuarenta la narrativa hispanoamericana se renueva y enriquece de forma excepcional.
Muy importante es la narrativa metafística de Lezama Lima (Paradiso, Oppiano Licario) y por supuesto, la del escritor argentino Jorge Luis Borges.
- Jorge Luis Borges: (1899-1986), no es autor de novelas, sino de relatos breves que reunió en sucesivos volúmenes: Historia universal de la infamia, Ficciones, El Aleph, El informe de Brodie, El libro de arena, Borges supera el tradicional realismo de la narrativa hispanoamericana y da entrada a elementos fantásticos que no solo cuestionan la estética realista, sino la realidad misma.
- Juan Carlos Onetti: (1909-1994), entre sus obras destacan: El pozo, La vida breve, Los adioses, El astillero, Juntacadáveres, Dejemos hablar al viento...
- Ernesto Sábato: (1911): sus novelas: El túnel, Sobre héroes, tumbas, Abddón el exterminador.
- Juan Rulfo: (1918-1986): sus novelas: El llano en llamas, Pedro Páramo, El gallo de oro y otros textos para cine.
- Miguel Ángel Asturias: (1899-1974): sus novelas: Leyendas de Guatemala, El señor Presidente, Hombres de maíz, Viento fuerte, Los ojos de los enterrados.
- Alejo Carpentier: (1904-1980): sus novelas: Ecué-Yamba-Ó, El reino de este mundo, lo real maravilloso, Los pasos perdidos, El siglo de las luces.
- Julio Cortázar: (1914-1984): también incorpora en sus textos el elemento maravilloso, pero no recrea ni la naturaleza ni el pasado americanos, sino que su realismo fantástico se caracteriza por contar de modo objetivo lo anómalo e imaginario. Sus novelas: Bestiario, Final del juego, Las armas secretas, Historias de cronopios y de famas, Todos los fuegos el fuego...
- Augusto Roa Bastos: (1917- 2005): muestra ya en su primera novela, su capacidad para fundir la tradición narrativa hispanoamericana con las aportaciones de los principales novelistas europeos y las innovaciones de la Vanguiardia. Sus novelas: Hijo de hombre, Yo el Supremo.
Video:
No hay comentarios:
Publicar un comentario