miércoles, 21 de mayo de 2014

POESÍA EN LA POSGUERRA

LA POESÍA DE LA POSGUERRA.

Próximas a la ideología de los vencedores, se editaron en la posguerra dos revistas poéticas: Escorial y Garcilaso. En la primera, publicaron poetas falangistas: Dionisio Ridruejo, Leopaldo Panero, Luis Felipe Vivanco,  Luis Rosales... El caso de Garcilaso, promovida por García Nieto, la gama de colaboradores fue más amplia.

Surgen en 1944 dos importantes libros: Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre, e Hijos de la ira, de Dámaso Alonso. Estas obras supone el punto de partida para otros poetas jóvenes que quieren mostrar su descontento con el mundo que les ha tocado vivir.

   - Dámaso Alonso (1898-1990): importante filólogo y crítico literario considerado miembro de la Generación del 27. Como poeta, sin embargo, su revelación se produce con Hijos de la ira. Está escrito en versículos de ritmo obsesivo. Ese mundo, dominado por el odio y la injusticia, es un horror ante el que Dios se mantiene impasible.
Las inquietudes poéticas y la insatisfacción intelectual y existencial encontraron también cauce en ciertas revistas como Espadaña en León, Corcel en Valencia o Proel en Santander.



LA POESÍA SOCIAL.

Esta poesía se caracteriza por el lenguaje sencillo y coloquial, la importancia del mensaje de los poemas, cierto carácter narrativo e incluso una deliberada tendencia hacia el prosaísmo. Se concibe la poesía como una herramienta que ayuda a la concienciación social y colabora en la transformación de la realidad.
Los más conocidos poetas son Blas de Otero, Gabriel Celaya y, en cierto modo, José Hierro.

   - Blas de Otero: elabora Ángel fieramente humano y en Redoble de conciencia una poesía desgarrada, áspera, en la que un Dios lejano calla ante los desconsolados gritos de súplica del poeta. Esta preocupación existencial pasa a ser abierta preocupación social en sus siguientes libros:
Pido la paz y la palabra.
- En castellano.
- Que trata de España.
En ellos se denuncia la falta de libertad de la España franquista.

Gabriel Celaya: compuso, tras una larga trayectoria poética, más de cincuenta libros. Durante los años cincuenta, escribe varios poemarios muy representativos de la poesía social: 
- Las cartas boca arriba.
- Cantos iberos.
- Las resistencias del diamante.
- Episodios nacionales.
En ellos se advierte su propósito de emplear la poesía como medio de acción política y social.

- José Hierro: que había compuesto poemas vanguardistas durante la Guerra Civil y en los cuatro años que pasó después en la cárcel, mostró en sus primero libros preocupaciones existenciales. En Quinta del 42 encuentra ya causas sociales a los problemas humanos. A partir de aquí, en su poesía se alternan el estilo realista-narrativo y el visionario-contemplativo.

   


LA POESÍA DE LOS AÑOS SESENTA.

Dentro de la promoción poética del 60 se suelen incluir numerosas y muy diversos poetas. Con ellos se pasa del realismo social a la poesía como experiencia y a la poesía como conocimiento.

Estos son algunos poetas de los sesenta:

  - Francisco Brines: escribe una poesía reflexiva y meditativa, centrada en los efectos destructores del paso del tiempo y en la realidad de la muerte. Sus versos no transmiten angustia, sino serenidad, pues manifiesta el deseo de aprovechar la existencia fugaz a través del amor o mediante la identificación con su paisaje mediterráneo nata.
Algunas de sus obras:
 - Las brasas.
 - Palabras a la oscuridad.
 - Insistencias en Luzbel.

- Jaime Gil de Biedma: es el principal representante de la poesía como experiencia. En sus versos poetiza la experiencia propia; sus poemas tiene un tono confesional y narrativo. Transmiten una agria visión de la alta burguesía en la que nació. Gil de Biedma combina en sus textos el lenguaje conversacional con la expresión precisa y elegante.
Entre sus libros se encuentran:
 - Compañeros de viaje.
 - Moralidades.
 - Poemas póstumos.

 Ángel González: es el ejemplo más claro de transición de la poesía social al nuevo estilo poético. Se mantiene en él el compromiso social, pero la crítica se expresa mediante la ironía y el humor ácido. Los juegos de palabras y el tono coloquial caracterizan muchos de los poemas de libros como:

 - Áspero mundo.
 - Sin esperanza, con covencimiento.
 - Grado elemental.
 - Tratado de urbanismo.
 - Procedimientos narrativos.

- José Agustín Goytisolo: representa también la pervivencia de la poesía social. Une en sus versos la preocupación ética con el análisis de la propia conciencia y la exploración de la intimidad. Algunos títulos de J.A. Goytisolo son:
  
 - Salmos al viento.
 - Bajo tolerancia.
 - Del tiempo y del olvido.
 - Palabras para Julia y otras canciones.

- Claudio Rodríguez: manifiesta en su primer libro, Don de la ebriedad, su entusiasmo ante la vida y ante la tierra y el mundo campesino. Su segundo libro Conjuros, insiste en el vitalismo y en su deseo de identificarse con las cosas sencillas. Algunos de sus libros:

- Alianza y condena.
- El vuelo de la celebración.
- Casi una leyenda.
  
- José Ángel Valente: es el principal defensor de la poesía como conocimiento de una realidad cuya revelación se produce en la propia creación poética. Toda su poesía tiene ese objetivo: hallar la palabra pecisa que desvele la realidad, que ayude al descubrimiento del ser. En la poesía de Valente tendrá poco a poco tanta importancia lo que no se dice como lo explícitamente dicho. Obras poéticas suyas son:

- A modo de esperanza.
- Poemas a Lázaro.
- La memoria y los signos.
- El inocente.

    

    


LA POESÍA.

Durante los sesenta el culturalismo de los venecianos se fue atenuando: desapareció la mera decoración y se volvieron los ojos hacia la tradición poética clásica. Tan evolución se advierte en Luis Antonio de Villena, Antonio Colinas, Antonio Carvajal y Jaime Siles. Perduran, además, algunas líneas poéticas anteriores, como la de la metapoesía en los textos de Guillermo Carnero y Jerano Talens o de la poesía experimental de un José Miguel Ullán.

En los años ochenta, brota una nueva sensibilidad lírica, algunos de cuyos rasgos son la vuelta a la métrica tradicional, el humor, la parodia y el gusto por lo íntimo y lo individual, que lleva a los poetas a expresar experiencias personales que pueden ser comunes a las sus lectores, con los que se establece una especie de complicidad. En esta tendencia poética conviven autores como: Luis Alberto de Cuenca, Miguel d´ Ors, Julio Llamazares, Felipe Benítez Reyes, Carlos Marzal...

  - José Ángel Valente: su evolución poética le lleva a que lo no dicho, lo silenciado, se convierta en la esencia del poema, pues la palabra poética permite entrever lo inefable, lo que no se puede decir. En los libros que publica desde los años sesenta:
  
 - Material memoria.
 - Mandorla.
 - El fulgor.
 - Al dios del lugar.
 - No amanece el cantor.




Enlace: http://www.spanisharts.com/books/literature/posguerra.htm


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lunes, 28 de abril de 2014

GENERACIÓN DEL 27.

CARACTERÍSTICAS GENERALES.

Aunque muy diversos entre sí, hay en la mayoría de estos escritores ciertas características comunes que permiten hablar en conjunto de una generación poética: 
- Entusiasmo por Góngora.
- Influencia de Juan Ramón Jiménez y de la poesía pura.
- Neopopularismo.
- Vanguardismo y posterior rehumanización de sus versos.

LOS POETAS.

- Pedro Salinas (1892-1951): Sus primeros libros poéticos se sitúan en la línea de la poesía pura de Juan Ramón Jiménez, con abundancia de elementos futuristas. Después compone sus poemarios más importantes: la voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento (forman un ciclo amoroso que va desde el descubrimiento gozoso de los amantes hasta la tristeza y el dolor por el amor acabado). Su poesía refleja la terrible experiencia de la guerra y la inquietud por el futuro de la humanidad.



- Jorge Guillén (1893-1984): Sus dos libros más importantes son Cántico y Clamor. En Cántico, el poeta presenta. Un mundo perfecto, armónico, en el que los seres alcanza su plenitud. En Clamor. Tiene sus propios defectos: guerra, miseria... Pero el poeta no cae nunca ni en la angustia, ni en la desesperación, ni en el sentimiento religioso. Siempre laico y agnóstico, pese a las dificultades del mundo, mantiene Guillén intacta su fe en la vida.



- Gerardo Diego (1896-1987): Su extensa obra poética se caracteriza por su variedad formal y temática. Conviven el vanguardismo ultraísta y creacionista, el neopopularismo, el gongorismo y los moldes clásicos. Títulos son Imagen, Manual de espumas.




- Vicente Aleixandre (1898-1984): Sus libros más importantes son Espadas como labios, La destrucción o el amor, Sombra del paraíso e Historia del corazón. Muy influida por el surrealismo, expresa su ansia de fusión con la naturaleza. El poeta canta a la materia única realidad existente, en la que el ser humano se encuentra. Abunda los versos libres, las largas enumeraciones, la acumulación, el uso de imágenes y metáforas, las constantes anáforas y reiteraciones, el uso de imperativos, interrogaciones y exclamaciones. En 1977, recibió el Premio Nobel de Literatura.



- Federico García Lorca (1898-1936): En sus primeros libros poéticos (Libro de poemas, Poema del cante jondo, Suites, Canciones) aparecen ya los temas centrales de su obra posterior: la frustración, el dolor, el amor, la muerte, la rebeldía. En el Romancero gitano conviven la tradición culta, la audacia vanguardista y los ritmos populares para expresar una visión del mundo en la que la vida de los hombres se encuentran marcada por el trágico destino. Los poemas que compuso Lorca a raíz de su estancia en los Estados Unidos (1929-1930) se publicaron póstumamente con el título Poeta en Nueva York. Hay en este poemario una implacable denuncia de la sociedad capitalista, en la que todo queda subordinado al poder del dinero. En ese ambiente de insolidaridad, explotación y racismo, el poeta expresa sus propias obsesiones y conflictos personales: el desarraigo afectivo, la pérdida de la identidad personal, la proclamación de la libertad del amor homosexual...
Gracía Lorca fue también un gran dramaturgo. Intentó renovar el teatro español por diversas vías: el teatro de marionetas(Retablillo de don Cristóbal), las farsas(La zapatera prodigiosa), el teatro vanguardista(El público) y el teatro realista(Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba). Estas cuatro últimas obras tienen en común el tema de la marginación social de las mujeres.



- Emilio Prados (1899-1962): Sus primeros libros, influidos por Juan Ramón Jiménez y el neopopularismo andaluz, nos presentan un poeta contemplativo que busca su fusión con la naturaleza en un ansia de eternidad. Durante los años treinta deja ver las huellas del Surrealismo, tanto en sus recursos técnicos, como en su compromiso social. En el exilio, compone una poesía densa y barroca cuyo máximo ejemplo es Jardín cerrado.



- Rafael Alberti (1902-1999): En su variadísima y extensa obra poética pueden distinguirse cuatro etapas: los libros iniciales, su época vanguardista, su poesía durante la República y el largo período del exilio. Sus primeros libros (Marinero en tierra, La amante y El alba del ahelí) tiene un carácter neopopular. El libro más importante de su etapa vanguardista es Sobre los ángeles: en el manifiesta su enorme desolación personal en versos de índole surrealista. En la época de la República, escribe poesía políticamente comprometida en la que denuncia la opresión y la injusticia. En el exilio mismo y la añoranza del país perdido se convierten en los temas centrales de libros como Retornos de lo vivo lejano y Baladas y canciones del Paraná.




- Luis Cernuda (1902-1963): Reunió su poesía con el título común de La realidad y el deseo. La imposibilidad de conciliar realidad y deseo revela también que la aspiración a seres y mundos ideales está condenada a la insatisfación, pues la realidad cambiante, precaria e imperfecta; el amor, que se quiere permanente y absoluto, conduce a la fustración. Otros temas son soledad, el hastío, la añoranza de un mundo más habitable, la exaltación de la belleza...
Ya en la madurez se abre a lo colectivo y comenta la realidad española y la vida en la sociedad de consumo, reflexiona sobre el paso del tiempo, la vejez y la muerte.
Su poesía sigue al principio las corrientes de su tiempo.



- Manuel Altolaguirre (1905-1959): En su obra poética dos períodos, antes y después de la Guerra Civil: en el primero suele prescindir de la rima y usar formas métricas libres, con aire de canciones; en el segundo emplea también estrofas clásicas, como el soneto. Temáticamente, es característico en Altolaguirre su anhelo de unión con la naturaleza.



- Miguel Hernández (1910-1942): Su primer libro poético, Perito en lunas.
Busca luego su propia la identidad poética en los temas elementales de la vida y de la naturaleza, en El rayo que no cesa,  estrofas clásicas como el soneto. Durante la Guerra Civil.
Compone una poseía abiertamente comprometida: Viento del pueblo, El hombre acecha.
Su último libro, Cancionero y romancero de ausencias, compuesto su mayoría en la cárcel.




Enlace:
 http://www.juntadeandalucia.es/educacion/poetasdel27/com/jsp/listado.jsp?canal=1033&seccion=poetas

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miércoles, 5 de marzo de 2014

BIOGRAFIA EDVARD MUNCH.

BIOGRAFIA.


 Edvard Munch (12-12-1863/23-01-1944 Noruega).
 Tuvo una infancia muy difícil, ya que su madre y su hermana murieron de tuberculosis cuando él era muy joven, y su padre era hombre dominado por obsesiones de tipo religioso.
Tenia una personalidad conflictiva y un tanto desequilibrada, que él mismo consideraba la base de su genio.


El estilo de Edvard Munch, es el expresionismo.



OBRAS PRINCIPALES.












EXPRESIONISMO.


El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que tuvo plasmación en un gran número de campos: artes plásticasliteraturamúsicacineteatrodanzafotografía, etc.



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lunes, 3 de marzo de 2014

LA POESÍA ROMÁNTICA.

LA POESÍA ROMÁNTICA.

Además de la poesía lírica, un género muy típico del Romanticismo es el de la poesía narrativa, o relato en verso de sucesos históricos, legendarios o inventados. Estos poemas narrativos combinan la descripción, el dialogo y momentos líricos con la narración propiamente dicha. La poesía lírica romántica, expresa en sus versos temas como los sentimientos personales, la melancolía, el cansancio de la vida, el amor, la  religión, etc. También son románticos los ambientes: lugares solitarios, cementerios, la noche.



JOSÉ DE ESPRONCEDA.

La corta vida de Esponceda (1808-1842) tuvo ya un carácter romántico: participó en sociedades secretas, fue un perseguido político, vivió en el exilio... Su personalidad fue asimismo inconfundiblemente romántica: rebelde, impetuoso...
Espronceda destaca sobre todo por su poesía, tanto lírica como narrativa. Célebres son algunos de sus poemas líricos: Canción del pirata, El verdugo, El mendigo, El canto del cosaco... En las poesías líricas se encuentra ya al Espronceda típico: defensa de los marginados, identificación con los proscritos, desprecio de las leyes. Sus dos grandes poemas, El estudiante de Salamanca y El diablo mundo son un ejemplo de la mezcla de géneros propia del Romanticismo.
El estudiante de Salamanca es quizá el mejor poema narrativo del Romanticismo español.
El estilo de Espronceda es típicamente romántico. Prefiere las sensaciones extremas de ahí su gusto por las sonoridades retumbantes, los efectos rítmicos sorprendentes, las rimas agudas, los cambios métricos repentinos.





GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER.

Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla en 1836. Hijo de un pintor costumbrista y huérfano, marchó joven a Madrid con la pretensión de forjarse una carrera literaria. Trabajó como traductor, adaptador de obras teatrales y como periodista. Su vida no fue fácil y su reconocimiento como gran poeta solo llegó tras su muerte, ocurrida en 1870.
La primera edición de sus textos poéticos apareció en 1871 con el titulo de Rimas.
Los temas de las Rimas son básicamente  dos: el amor y la poesía.
El amor se identifica con la mujer.
La poesía se concibe como expresión de emociones íntimas, en línea con la poesía intimista posromántica influida por las baladas germánicas y por los cantares y coplas populares. Se trata de una poesía sintética, normalmente breve y aunque tras la aparente sencillez se advierte una consciente elaboración de los textos.
Como prosista, Bécquer destaca por sus Leyendas, relatos fantástico muy románticos tanto por sus temas (la mujer ideal, el desengaño) como por sus personajes (caballeros, galanes) y ambientes (la Edad Media, la noche).
Muchas de ellas son muy conocidas:
- El caudillo de las manos rojas.
- El monte de las Ánimas.
- Los ojos verdes.
- Maese Pérez el organista.

           



ROSALÍA DE CASTRO.

Nació en Santiago de Compostela en 1837 y tuvo una existencia difícil y penosa.
Destaca sobre todo como poetisa. Compuso versos en gallego (Cantares gallegos, Follas nuevas) y en castellano (En las orillas del Sar).
Nos encontramos ya muy cerca de la poesía contemporánea entendida como comunicación de una experiencia personal.
Rosalía de Castro alcanza en su poesía momentos de honda emoción y cipan lo mejor de la poesía española posterior.
Su maestría en el uso de los recursos poéticos y sus innovaciones métricas anuncian adémas la poesía modernista.




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